IGLESIA EVANGELICA METODISTA ARGENTINA
Pastora Nélida Ritchie
Obispo
A las comunidades de fe
Sus pastoras y pastores
Queridas hermanas y queridos hermanos en Cristo:
El próximo domingo celebramos junto a todo el pueblo cristiano la “Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén”. Según el relato de los evangelios este gesto despierta en la memoria popular la promesa, que ven ahora hecha real en el Nazareno: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” canta la multitud y siembra el camino con palmas y mantos.
El gesto es provocador de la alabanza y también de las preguntas. “Quien es este” preguntan muchos, “¿Oyes lo que dicen?” cuestionan los religiosos. Jesús recibe con agrado la alabanza de los pequeños reconociendo con ternura “De la boca de los niños y de los que maman funda Dios su fortaleza”. A la vez que con ira santa echa a los cambistas del templo sentenciando “Mi casa, casa de oración será llamada, pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
Ver al Dios salvador en el gesto de Jesús Nazareno implicó en aquellos tiempos no sólo conocer y esperar en las promesas de Dios, sino estar atentos a las señales históricas. Este sigue siendo el desafío dentro de nuestras Iglesias hoy.
Nos enorgullecemos de ser “evangélicos” porque hemos recibido la buena nueva de la vida nueva en Jesucristo. Hemos sido enviados a proclamar esta noticia y a servir en su Nombre. Creemos que esa buena nueva proclamada debe también ser vivida en claras opciones por una vida digna para todos, la lucha contra la violencia en todas sus manifestaciones, la construcción de una cultura de la paz, y la búsqueda de una sociedad justa edificada sobre la verdad y la solidaridad. Pero no siempre descubrimos las señales históricas ni reconocemos los riesgos y tentaciones que se nos presentan en nuestro modo de ser Iglesia.
Muchas veces la mansedumbre del Maestro es cambiada por exuberantes puestas en escena; el mensaje de Jesús centrado en el Reino de Dios y su justicia transformado en exaltación del mensajero, la ternura hacia los pequeños modificada en seducción al poder; el mensaje integral del Evangelio convertido en una práctica religiosa dominguera.
No se trata de señalar los errores de afuera sino de revisar nuestras propias actitudes y opciones. En este tiempo en que recorreremos con nuestro Señor el camino de cruz y entrega, rogamos que sea el mismo espíritu que acompañó a Jesús el que nos guíe como comunidades de fe, para que podamos recibir Su ofrecimiento de Vida por sobre toda muerte.
Que Dios nos regale una vez más la certeza de su poder transformador y que Su Espíritu abra nuestros ojos para ver con claridad, en medio de tantas señales contradictoria, las señales de Su Reino.
¡Bendecido domingo de Ramos e inicio de la semana santa!
En amor fraterno:
Sus pastoras y pastores
Queridas hermanas y queridos hermanos en Cristo:
El próximo domingo celebramos junto a todo el pueblo cristiano la “Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén”. Según el relato de los evangelios este gesto despierta en la memoria popular la promesa, que ven ahora hecha real en el Nazareno: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” canta la multitud y siembra el camino con palmas y mantos.
El gesto es provocador de la alabanza y también de las preguntas. “Quien es este” preguntan muchos, “¿Oyes lo que dicen?” cuestionan los religiosos. Jesús recibe con agrado la alabanza de los pequeños reconociendo con ternura “De la boca de los niños y de los que maman funda Dios su fortaleza”. A la vez que con ira santa echa a los cambistas del templo sentenciando “Mi casa, casa de oración será llamada, pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
Ver al Dios salvador en el gesto de Jesús Nazareno implicó en aquellos tiempos no sólo conocer y esperar en las promesas de Dios, sino estar atentos a las señales históricas. Este sigue siendo el desafío dentro de nuestras Iglesias hoy.
Nos enorgullecemos de ser “evangélicos” porque hemos recibido la buena nueva de la vida nueva en Jesucristo. Hemos sido enviados a proclamar esta noticia y a servir en su Nombre. Creemos que esa buena nueva proclamada debe también ser vivida en claras opciones por una vida digna para todos, la lucha contra la violencia en todas sus manifestaciones, la construcción de una cultura de la paz, y la búsqueda de una sociedad justa edificada sobre la verdad y la solidaridad. Pero no siempre descubrimos las señales históricas ni reconocemos los riesgos y tentaciones que se nos presentan en nuestro modo de ser Iglesia.
Muchas veces la mansedumbre del Maestro es cambiada por exuberantes puestas en escena; el mensaje de Jesús centrado en el Reino de Dios y su justicia transformado en exaltación del mensajero, la ternura hacia los pequeños modificada en seducción al poder; el mensaje integral del Evangelio convertido en una práctica religiosa dominguera.
No se trata de señalar los errores de afuera sino de revisar nuestras propias actitudes y opciones. En este tiempo en que recorreremos con nuestro Señor el camino de cruz y entrega, rogamos que sea el mismo espíritu que acompañó a Jesús el que nos guíe como comunidades de fe, para que podamos recibir Su ofrecimiento de Vida por sobre toda muerte.
Que Dios nos regale una vez más la certeza de su poder transformador y que Su Espíritu abra nuestros ojos para ver con claridad, en medio de tantas señales contradictoria, las señales de Su Reino.
¡Bendecido domingo de Ramos e inicio de la semana santa!
En amor fraterno:
Pastora Nelly Ritchie
Obispo
Marzo 2008
Av. Rivadavia 4044-3er. Piso- 1250 Buenos Aires. Argentina. mailto:obispo@iglesiametodista.porg.ar http://www.iglesiametodsita.org.ar/
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